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2015: el gran salto de la representación trans en el cine y el camino que falta por recorrer

  • Fernando R. Quintero
  • 25 ene 2016
  • 3 Min. de lectura

La sexualidad humana es un amplio espectro y no todas sus caras se han podido ver reflejadas en la pantalla grande, o por lo menos no de manera cotidiana. Desde los años 70, aproximadamente, el cine se ha mostrado más abierto a dar voz y espacio a las historias de las personas que se sienten atraídas por su mismo sexo, pero los relatos de aquellos que no se identifican con el género que les fue asignado al nacer son aún difíciles de encontrar.


La identidad transgénero, con sus muchos matices, sigue siendo algo incomprendido y, en muchas ocasiones, satanizado. Sin embargo, el ascenso de figuras como Caitlyn Jenner o Laverne Cox (Orange is the New Black), así como la multipremiada comedia "Transparent", todas en la pantalla chica, han dado voz y rostro a una comunidad que antes no lo tenía a esa escala, y han propiciado una serie de cambios que han provocado que esa apertura se traslade también al cine.


Los personajes transexuales y transgénero han sido parte de las películas prácticamente desde su origen, pero a diferencia de su tratamiento original, es decir, como villanos o como elemento para la comedia o la burla, estos hombres y mujeres empiezan a ser tratados como lo que son, personas, cuyas historias son dignas de escucharse y de verse, y cuyos problemas son, en el aspecto general, iguales a los de heterosexuales, homosexuales y asexuales.


De entre las decenas de ofertas cinematográficas de 2015 que mostraron las historias de personajes gay y trans, destacan dos que han alimentado la conversación y han ayudado en gran medida a que gran parte de la población que consume cine tenga una idea más clara de lo que significa ser transgénero.


La primera es "The Danish Girl" (La Chica Danesa), basada en Lili Elbe, la primera persona en someterse a cirugía de reasignación de género, o lo que vulgarmente se conoce como "cambio de sexo". Lili, encarnada por Eddie Redmayne ("The Theory of Everything") nace como Einar Wegener, un reconocido pintor. Su deseo de vivir como la mujer que siempre supo que era fractura su relación con su esposa, la también artista Gerda (Alicia Vikander; "Ex Machina"), pero la historia de ambas es una clara muestra de aquel viejo cliché que "el amor todo lo puede".


"The Danish Girl" es dirigida por Tom Hooper y ha acumulado gran cantidad de premios y nominaciones, incluyendo cuatro para los Óscar, entre ellas la de Mejor Actor para Redmayne y Mejor Actriz de Reparto para Vikander. Por otro lado, ha sido prohibida por "depravación moral" en Catar, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Bahréin, Jordania y Kuwait.


La otra cinta, quizá la más importante pero la menos vista y la que ha lidiado una batalla más difícil, es la innovadora Tangerine. Filmada con tres iPhone 5S por el director Sean Baker y el cinefotógrafo Radium Cheung, la historia de un día difícil en la vida de dos prostitutas transgénero ha redefinido la forma de hacer cine de calidad con bajo presupuesto y nuevas tecnologías.


La comedia tuvo su estreno en el festival de cine de Sundance y siguió su gira por otros prestigiados eventos similares. Su estreno limitado no permitió que llegara a tantas salas como otras cintas de alto perfil, pero Tangerine recibió críticas sobrecogedoramente positivas. La película también inspiró la primera campaña destinada exclusivamente a lograr que dos actrices transgénero, Kitana Kiki Rodríguez y Mya Taylor, lograran una histórica nominación al Óscar, la cual no surtió efecto pero, sin duda, sentó un precedente.


Resulta controversial la decisión de los Óscar, y otros prestigiados premios, de honrar con menciones a The Danish Girl, cinta con tibio reconocimiento y donde el personaje trans es encarnado por un actor cisgénero, sobre la aclamada Tangerine, donde dos actrices transgénero y de color tienen los roles principales, basados en parte en sus propias experiencias. Aquello es parte de una discusión más grande sobre una percibida discriminación racial y de género en Hollywood, situación que irá mutando con, entre otros cambios, historias como las anteriores, que abran los ojos y consciencias de los espectadores.




FERNANDO R. QUINTERO es licenciado en Comunicación y actualmente se desempeña como reportero digital en Entravision. En su tiempo libre, que últimamente es nulo, bloguea sobre cine en su sitio Committed to Celluloid.

 
 
 

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