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ANA TERESA FERNÁNDEZ

  • Diana Arem
  • 7 dic 2015
  • 5 Min. de lectura


La artista Ana Teresa Fernández, de 34 años, ha marcado de azul cielo una pequeña parte de la frontera para borrarla en la mente los mexicanos”, mencionaban los medios de comunicación en referencia a la labor de Fernández con Borrando la Frontera. En entrevista para Arteria tuvimos la oportunidad de conocer un poco más de la historia detrás de la artista, desde sus inicios, retos y metas futuras.

  • Sabemos que a pesar de ser muy joven, cuentas con una trayectoria digna de admirar. Cuéntanos de tus inicios.

De jovencita estaba completamente perdida. Fui a escuelas en donde el arte no tenía importancia alguna y el coleccionar números e información nada mas no era lo mío. Me gustaba escuchar y escribir historias, profundizar y escuchar el "por qué" de las cosas. Los idiomas me encantaban porque la comunicación con gente diversa y culturas distintas era algo importante para mí y pensé hacer algo con eso.

Ya estaba en mi cuarto idioma cuando porfin tomé una clase de escultura en el Southwestern College en San Diego. ¡Me encantó!. Me di cuenta que el arte era una de las maneras de poder abrirse y comunicarse con el mundo. Pero nunca me imaginé que eso podría ser un sostén para crear una vida. La maestra de esa clase me dijo que fuera al "portfolio review day" del San Francisco Art Institute. Fui al siguiente día con los dibujos que había creado en mi cuarto a solas, uno que mide como 15 metros. Llevé mis esculturas que hice en esa clase. Los que me entrevistaron estaban asombrados que nunca había tomado clases "en serio" y vieron algo en mí. Me dieron una beca en ese mismo momento. En una semana me fui a San Francisco y me enamoré de la escuela y el mundo del arte. A partir de ahí no he parado de crear arte.



  • ARTERIA nace en Tijuana y fue gracias a “Borrando la Frontera” que conocimos tu trabajo. ¿Cuál fue el proceso?


Llevo yendo a Tijuana y cruzando por 14 años, al principio sólo para ir a visitar a mis familiares en México, después de joven para ir de fiesta. Al mismo tiempo que empecé mis estudios en San Francisco y me alejé de la cerca, mi mamá comenzó su proyecto de documentar la frontera, de una manera muy arqueológica. No solamente sus alrededores sociológicos sino que también su piel, su cuestión física, sus alrededores. Y al mismo tiempo que comencé a crear mis performances de género y de labor, me di cuenta de las historias que mi Mamá me narraba sobre los migrantes y sus historias personales.


No fue hasta el 2006 que empecé a acercarme a la cerca para hacer performances ahí mismo. Fueron de 3 a 4 años de escuchar historias antes de atreverme a acercármele. Es una bestia que carga tanta tragedia. Creé acciones como trapear el mar justo a su lado, barrer la arena. Definiendo el ciclo de imposibilidad al alzar un muro y crear separaciones entre culturas. Pero no fue hasta el 2011 que me atreví a pintarla y realmente a querer cambiarla. Llevaba 2 años queriendo hacer algo directamente sobre ella, pero no sabía qué. Algo que la borrara, pero no sabía cómo. Y un día me levanté con la idea de usar mi herramienta: ¡PINTURA! ¡Ahí estaba! Le hablé por teléfono a mi mamá y le comenté la idea. A los 2 días estaba en San Diego comprando las pinturas para crear la pieza.


  • ¿A qué atribuyes o cuál es el simbolismo del vestido y los tacones negros al pintar sobre una escalera, la frontera entre Tijuana y San Diego?


Ese vestido comenzó como símbolo del baile de tango, un baile que es muy simétrico en donde el lider es tan importante como el seguidor, la estructura de poder es balanceada.


Para mí es importante mostrar esta simetría de fuerza. También es un vestuario que presenta una imagen de sensualidad e importancia. Lo mezclo con momentos en que frecuentemente no tomamos en cuenta, como usarlo haciendo el aseo en espacios privados y públicos. Pero al momento de acercarme a la frontera, el vestido negro se volvió un símbolo de luto. En el lado de Estados Unidos era más como un "little black dress" que habla sobre estatus y consumismo, pero en el lado Mexicano era dar respeto a toda esa gente que había muerto queriendo obtener mejores vidas.


  • ¿Qué personas han impactado tu vida de manera permanente y por qué?


Mi familia. Mi madre y padre en específico. Creo que nos dieron las enseñanzas de ver el mundo más alla de la superficie. De analizar a la gente, nuestros espacios, nuestra sociedad. Mi papá es cardiólogo y mi mamá estudió arqueología y posteriormente fotografía documental. Analizamos y profundizamos todo porque no hay de otra. Tienen una manera tan abierta pero más que nada una especie de corazón que quiere hacer un impacto en las vidas de otras personas. Y eso lo veo en su trato personal con la gente, por eso creo que nos inculcaron mucho cómo ver el mundo, no sólo como es, también cómo lo queremos ver mejorar.


  • Tus favoritos: Libro / Canción / Ciudad del mundo / Tu día perfecto


Mi día perfecto sería surfear por la mañana, trabajar toda la tarde en el estudio y terminar con algún amigo/a tomándome un mezcal con una conversación deliciosa por la noche. Me encanta conversar con la gente. Aprendes tanto al intercambiar ideas y perspectivas.


Libro preferido del momento: Field Guide to Getting Lost de Rebecca Solnit

Canción: Rip Tide de Beirut

Ciudad: Lisboa, Portugal.



  • Eres una mujer fronteriza. ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado y cuál es consejo que actualmente puedes ofrecer a los lectores de esta entrevista?

Mi mamá siempre nos dice a mí y a mis hermanas "día con día".

Creo que hay mucha profundidad en ese dicho. Tienes que tener paciencia, por un lado dejar las cosas fluir, pero por otro lado intentar poner y crear lo tuyo. Para mí es un balance, que requiere tu presencia TODOS los días. No estar ausente... estar muy involucrado en lo que quieres de esta vida y saber también dar espacio a como deben salir las cosas.




  • De tus instalaciones realizadas, ¿cuáles han sido tus fuentes de inspiración?

Cuando siento que la gente no es vista o tomada en cuenta, eso es el fuego que me enciende. Me da entre rabia y cariño querer iluminar situaciones o individuos, tomarlos en cuenta, dar cara o voz a su silencio y situación.


  • Ana Teresa Fernández en 10 años

Seguir creando, seguir surfeando, seguir aprendiendo y viajando, creando cambios.

"Changuitos que esto sea cierto :)"

 
 
 

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