Benito Taibo y su Democrática República de Lectores

Justin Moreno
Ricardo Silva
Péndulo Cero
Libre Gutiérrez
Anado McLauchlin
Guillermo Sánchez

Como un montón de miembros de una Democrática República de Lectores, fue como describió Benito Taibo a los asistentes de la presentación de su libro "Cómplices" en la Feria del libro de Tijuana, una ciudad que el escritor aseguró amar por su diversidad, gastronomía, pero sobre todo un sentimiento de que todo puede pasar.

En el sitio, Benito junto a Daniel Salinas Basave hicieron de todo menos promocionar sus libros, y en un discurso dinámico, lleno de risas, críticas incluso a la Casa Blanca en Estados Unidos e ironía, invitaron a la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de ser parte de una comunidad de lectores.

Cifras otorgadas por el escritor revelaron que únicamente en México se estima una lectura de 5.4 libros por año, así como una pobreza extrema en más de 30 millones de ciudadanos, personas que señaló el autor de “Persona Normal” primero tienden a preocuparse por lo que deben comer, y lo de menos en su vida, es cuantos libros están leyendo por mes. Benito señaló la necesidad de vivir en un país justo, un país democrático y libre de una clase política que señaló como avergonzarte y llena de corrupción.

Mientras avanzaba la conferencia que rebasó la hora, los asistentes hacían filas para preguntar a Benito sobre sus poemas favoritos, sus libros predilectos y los espacios de donde prevenía la inspiración; entre los asistentes las lágrimas y las anécdotas de cómo sus libros los habían acercado a su familia, o habían cambiado su perspectiva de la vida, hicieron un ambiente hermoso en la sala Federico Campbell del Centro Cultural Tijuana.

Benito recordó historias maravillosas de cuando la Feria del Libro se realizaba en la llamada Revolución, e incluso contó una vivaz anécdota, donde éste metió una de sus conferencias a los llamados table dance de la zona rosa.

Para ARTERIA lo más bello del evento fue percibir todo el amor que el público sentía por Benito, cómo sus libros los habían invitado a soñar, y como dice el autor a ser cómplices de miles de historias, de ayudantes de batallas, lectores profesionales de mapas del tesoro, e incluso Meseros del país de Nuncajamás.