EQUINOCCIO | Capítulo XIV: La Trampa
- Marcia Ramos Lozoya
- 22 jul 2016
- 2 Min. de lectura
EQUINOCCIO
CAPÍTULO XIV
La Trampa
La muerte no es un eco que se queda atrapado para siempre en tus ojos cuando la ves de cerca, no es una caricia que llega repentinamente y te permita estrujarla contra la verdad de la vida. ¿Y qué es el corazón sino es la mínima parte de lo que sostiene nuestro cuerpo? ¿Y qué es el cuerpo cuando nadie lo habita y se pudre junto con la Tierra? Si de la vida sólo nos interesan esos fragmentos que sentimos nuestros como una película muda donde solo hay imágenes teñidas por la verdad o la mentira, pero que siempre le pertenecen a alguien más atento y siniestro de lo que podemos ser. Si un ser nos persigue no hay más que locura que nuestra poca creencia.
Soledad echa su sangre sobre un frasco y la guarda para que los espíritus no entren en su cuerpo como cada primavera, sin embargo no estuvo al pendiente sobre las nuevas formas que pueden adoptar. Mientras ella tocaba un gato, Catalina se instaló en su cuerpo y se escondió en un pedazo de su alma, guardada en los recuerdos más oscuros para no ser descubierta.

MARCIA RAMOS es Lic. en Lengua y Literatura de Hispanoamérica. Estudió el Diplomado en Creación Literaria en la Casa de Estudios de posgrado Sor Juana. Ha publicado cuentos de terror, ciencia ficción y humor negro, poemas, minificciones, crónicas y ensayos en diversos medios impresos, páginas web y antologías. Ha impartido talleres de creación literaria en diversas escuelas y CEART. Actualmente estudia la Maestría en Educación en CUT y es profesora de Literatura mexicana, Gramática Española y Gestión de la información. Publica ocasionalmente en su blog Historias de una mente fragmentada.
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