La incansable búsqueda de la identidad del tijuanense: propuesta artística y catabólica de Luis Alon
- Susana Brijandez
- 8 ago 2016
- 4 Min. de lectura
Constantemente se habla de lo mucho que está cambiando el mundo, en su entorno natural y arquitectónico, pero también las personas cambiamos con el paso del tiempo, física y psicológicamente, y en el tema de la transformación el arte no es una excepción. Los cambios pueden ir de algo complejo a algo simple o de algo simple a algo más elaborado, y atendiendo a esta idea es que el artista tijuanense Luis Alonso Sánchez ofrece una propuesta creativa titulada "Catabolismo". Proyecto que consta de obras que se pueden transformar, ser intervenidas, cambiar en cuanto a su acomodo y dimensiones, según el espacio en donde se encuentren y, finalmente, el resultado que se presenta al público se ve impactado de una u otra forma.
Catabolismo, como exhibición, plantea diversas líneas que resultan un tanto inusuales, entre éstas: uno, la alteración constante en el acomodo de la obra, es decir, durante el periodo de exhibición, la propuesta tuvo más de 2 transformaciones en cuanto a la distribución de obra, el juego de las piezas con el espacio y su relación con los visitantes; dos, el montaje carecía de una formalidad que usualmente se aprecia en los espacios de exhibición tanto privados como gubernamentales, no había cédulas, un orden cronológico, ejes temáticos, un cuidado de la distancia entre una pieza y otra, es decir, se percibía como una exhibición en constante cambio, e incluso en un proceso de montaje o desmontaje, no terminada; tres, detrás del resultado final u obras que era posible apreciar, se encuentra una experiencia de apropiación de elementos y búsqueda de identidad, pensando específicamente en el “ser mexicano” viviendo en una ciudad que se localiza en la franja fronteriza, misma situación que ha sido abordada por muchos otros artistas, especialmente por aquellos que crecieron y desarrollaron en la frontera. A pesar de pertenecer a una generación de artistas más jóvenes, Luis Alonso Sánchez, artista local emergente, reitera esa falta de identidad del mexicano que se establece en una ciudad fronteriza, que se ve impactado por la cultura estadounidense y que al mismo tiempo que busca rechazarla o presenta una resistencia hacia el hecho de ser invadido por las costumbres, creencias e ideologías del país vecino, sin embargo, algunos de estos aspectos se encuentran arraigados por haber crecido en un ambiente híbrido.

En el trabajo de este artista es posible identificar elementos recurrentes, mismos que permiten definir su trabajo con un estilo lineal pero no controlado, espontáneo pero restrictivo al mismo tiempo. La utilización de los colores ofrece un contraste evidente, fondos con negro y blanco que permite que elementos añadidos como accesorios o como parte de la obra misma destaquen al representarse con colores vivos y llamativos. Piezas como las esculturas de porcelana llamadas ‘curios’, haciendo referencia a las piezas que cumplían la función de souvenirs que turistas o extranjeros buscaban adquirir al cruzar la frontera de Estados Unidos a México tratando de llevar consigo un pedacito de este país. Éstas en forma de aves, cerdos u otras formas humanas que se encuentran violentadas o intervenidas con pintura, especialmente negra.
Además de las ‘curios’ que se pueden considerar como elementos u objetos que representan el turismo y aquellos años en los que se presenciaba derrama económica local a partir de este flujo constante de visitas, existe otro elemento que es fácil de relacionar con esa percepción de la ciudad ante los turistas, y es el tipo de anuncios o letreros fuera de los negocios, luces que parpadeaban en colores brillantes y llamativos, y justamente se encontraban (o encuentran) en las avenidas más antigüas, como la Avenida Revolución y calles aledañas, pues éstas al ser las más cercanas a la frontera de alguna manera dirigían sus negocios (como bares, farmacias, hoteles, etcétera) al sector turístico.

Finalmente, la propuesta de este artista plantea una forma muy personal de percibir la identidad del mexicano, aunque particularmente del tijuanense, que de alguna manera ha crecido y se ha desarrollado en función de las posibilidades, necesidades y hasta condiciones del país vecino. Así como nuestra identidad multicultural e híbrida nos permite diferenciarnos de las personas que provienen de otros países, estados o ciudades del mundo, esta exhibición nos muestra cómo el artista nos percibe, en constante mutación, buscando lo simple pero partiendo de situaciones complejas y viceversa, un ir y venir de posibilidades, ideas, crisis, inquietudes, proyectos y formas de pensar o sentir, cuidando lo que se tiene y anhelando lo que no se tiene, no permitiendo que lo ajeno invada lo propio a pesar de que lo propio sea una alteración o fusión de lo ajeno y lo nuestro. Así es “Catabolismo” proyecto de arte contemporáneo del artista emergente Luis Alonso Sánchez.


SUSANA BRIJANDEZ es Socióloga de profesión y artista de clóset. Interesada en la curaduría, museografía y estudios de públicos en los espacios culturales, tema último desarrollado en su tesis de licenciatura titulada "Público para los espacios de arte independientes en Tijuana: El sentido del consumo cultural para visitantes y no visitantes" (2015). Miembro activo en el Colectivo COYOTE, y actualmente desarrolla un proyecto de investigación sobre la trayectoria laboral y profesional de artistas urbanos en Tijuana. Ha desarrollado proyectos sociales-artísticos como The Love Stories Project y Frame It, mismos que promueven la participación social como una forma de acercamiento a diversas prácticas artísticas.
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